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“Es más complicado para un actor ganar premios con el humor que con el drama”

Javier Gutiérrez ha sido uno de los nombres propios de Cartagena en 2023 al recibir el premio FICC en su 52 edición. El actor, quien lleva más de tres décadas en la profesional y es popular por bastantes de los personajes que ha interpretado, considera que es más complicado ‘hacer reír que llorar’ y que en España se hacen muy buenas comedias. Por cierto, durante la entrevista, planteó una divertida situación: ¿qué tal poner zumos Vida en un sepelio? Reconoce que actores como López Vázquez o Landa, entre otros, han sido “espejos” para él. Hace unos días recibió el premio FICC 52 en la tercera ocasión que pisa suelo cartagenero, presencia que ha aprovechado para promocionar ‘Honeymoon’, película que califica de un “regalo” para él, quien se siente “ciudadano del mundo”  y “un romántico” de su oficio.




El Festival Internacional de Cine de Cartagena habilitó un encuentro de la prensa con Javier Gutiérrez, actor premiado en esta 52 edición del FICC y que también ha venido a promocionar la película ‘Honeymoon’, que se estrenará en los cines de España el próximo 12 de enero y que en El Batel tuvo la ocasión de ser visionada por los asistentes a la gana de clausura del festival. En esta sala de prensa también estuvieron su director, Enrique Otero, y el productor, Xacobe Sineiro, además del presidente del FICC, Nacho Ros.



Otero, respecto a la película, dijo que para él “es una historia de amor dentro de un momento complicado de la pareja y también es un viaje en el que van pasando cosas con personajes que arropan a los protagonistas, siendo también un viaje hacia los orígenes de la pareja”, expuso el director, quien resaltó la riqueza de géneros del film: drama, comedia negra y ‘thriller’ (intriga en español), “pero que está en esa fina línea de no definirse por un genero concreto y transita por todos ellos”. Resalta también que es “una historia en la que se pone al límite a los personajes”. Cartagena de Hoy preguntó porqué el título, cuya traducción es ‘Luna de miel’, respondiendo el director que por el nombre del motel donde paran y porque es una segunda oportunidad para la pareja.



Ahora vamos al protagonista: Javier Gutiérrez. “Para mí es un regalo esta ‘peli’ de, en el mejor sentido, de cine independiente, que como otros proyectos se podía haber quedado en un cajón, pero que gracias al empuje y tesón de Enrique y Xacobe ha salido adelante. Ojalá tenga la visibilidad que se merece, pues es una ‘rara avis’ en nuestra cine”, expresa el actor sobre una película que para él es una “historia de amor de personajes con mucha chica que va de hito en hito y que sorprende al espectador en cada escena. Transita por la drama, la comedia y el humor más negro, pues no en vano es gallego. Hay mucha socarronería y no hemos caído en el melodrama dentro de una relación muy tóxica al haber desaparecido el amor, pero por un hecho inician un viaje que lo llevan a reconocer y a tener una segunda oportunidad”, expuso tratando en todo momento de no destripar la trama.

El gallego de cuna asturiana resalta el valor del guión (escrito por Roberto Méndez y Enrique Otero) por estar “muy bien escrito y eso facilita el camino, encontrándonos Nathalie Poza  y yo con un guión muy bien armado”, indica, apuntando que la actriz madrileña fue una de las primeras personas que conoció cuando se marchó a Madrid con 18 años de edad y después han trabajado en algunas obras. “Enrique nos ido el espacio necesario para trabajar en un proyecto muy potente que creo que me ha elegido a mí que yo a él, con personajes que son para llevárselos a casa y  en el que huir del melodrama era fundamental”. Espera que le lleguen más proyectos como este a su carrera profesional.



Cartagena de Hoy expone a los presentes que han conseguido levantar el interés por ver la película, interesándose si el final (desenlace) está a la altura del guión expuesto. Javier Gutiérrez reconoce que para él no es el final que pondría, pero que le gusta. “En esta película nunca se sabe lo que va a venir”, apunta el director. “No es una historia en la que todo se ve venir”, añade. Por cierto, la gestación de la película, por lo que deducimos, tiene su propia aventura al gestar desde el cine independiente. “Ya la tiene”, afirma Enrique Otero, apuntando el productor los problemas para financiar este tipo de film. La película ha comenzado con buen pie con dos importantes premios (el galardón del público a la mejor película y el premio a mejor actriz con Nathalie Poza) conquistados en el festival de Ourense, donde ha competido con otras importantes películas.

“La película no es una apisonadora, como es el cine de Bayona”, expresa Javier Gutiérrez, quien también apunta que hace quince días fue presentada en Marsella, donde una mujer le comentó que le extrañaba que ‘Honeymoon’ no fuese la representante de España en los Óscar. “La película también tiene ecos de Tarantino…, aunque es difícil hablarle de ella a quien no la ha visto”.

Más información sobre la película: pinchar aquí

Nos centramos ahora en la figura de Javier Gutiérrez (pinchar aquí) y en el premio que recibe del FICC, en lo que ha sido su tercera estancia en Cartagena. “La primera vez que vine fue en 2004 cuando era Semana del Cine Naval y del Mar y luego estuvo en el homenaje a Miguel Alcantud”, recuerda, para después expresar que es “un premio importante, no es uno más, pues creo que no hay premios pequeños”. Sobre lo que le ha parecido la ciudad, dice que conoce poco como para hablar mucho, pero sí que le han llamado la atención las galerías de la calle Mayor, similares a las de Ferrol. ¿De dónde es Javier Gutiérrez?. Nació en Asturias, se creció en Ferrol y con 18 años marchó a Madrid. “Somos ciudadanos del mundo y es absurdo delimitar las fronteras”, apunta.  Enrique Otero, por su parte, también gallego, resalta que en esas tierras gallegas apenas se ve el mar y comentamos que aquí sucede lo mismo cuando pasas por el paseo de Alfonso XII. “Derribemos los muros”, expresa Gutiérrez.



Javier Gutiérrez, en su mas de tres décadas de andadura profesional, ha protagonizado un sinfín de personajes conocidos para el público en diversas serie y películas. No los tiene cuantificados, proclamando que son “muchísimos” y que no ha dejado de “aprender y enriquecerse” de esa larga lista de personajes. “En un momento en el que la televisión parece que se funde con el cine, pero que para mí no tienen nada que ver, yo me considero un personaje educado en el teatro y entrenado en la televisión, a la que le doy mucha importancia y a la que doy gran parte de responsabilidad en lo que soy”.

Le preguntamos si es más fácil ganar premios en el cine con el drama que con el humor y responde forma tajante: “Sí, es así”, aseverando que es más complicado hacer reír que hacer llorar para un actor. “Sucede así por desgracia, pues se hace muy buena comedia en España. Además, los actores que se forjan en la comedia luego transitan mejor por el drama, desde José Luis López Vázquez a Jack Lemón, y a mí es el espejo en el que me gusta mirarme”. También comenta que la comedia “es una ventana que se abre para que el espectador respire en su vida. Cuántos chistes no se cuentan en un tanatorio”, pone como ejemplo. Enrique Otero dijo que ha experimentado esto último en un sepelio que acudió y Javier Gutiérrez apunta la “feliz idea” de “poner zumos Vida en un tanatorio”.

En el siguiente capítulo, Javier Gutiérrez, como consejo a las nuevas hornadas de jóvenes actores, dice que no es quien para darlo, pero sí para hablar de su experiencia, refiriéndose que cuando llegó a Madrid se esforzó en “ver la máximo cien y teatro y en leer. Ahora creo que es diferente, pues parece que sólo vale estar en la alfombra roja o salir en los titulares. Yo tengo una idea muy romántica de oficio y espero que siga así. Si alguien me pide consejo le diré que estudie y lea, y que se tome todo muy en serio, pues tiene una trastienda”.

También considera que tras la pandemia la forma de consumir cine ha cambiado mucho “y lo ha hecho para quedarse”, matizando que las sensaciones de ir a una sala no es lo mismo que estar en casa, dando la pausa a una película. Enrique Otero respalda esta respuesta por su experiencia, “es bonito ver las caras de los espectadores al acabar la película. Es un momento precioso”. Por cierto, el actor considera que el público del cine está creciendo especialmente entre las mujeres, pero, que en global, se están perdiendo muchas salas en ciudades de España “por desgracia. En Francia, por su ‘chauvinismo’, 5 de cada 10 películas deben ser francesas. Aquí no sucede eso y por ello es importante tener festivales como el de Cartagena”.

Javier Gutiérrez también se refirió al reciente fallecimiento de Concha Velasco, de quien dice que si estuviéramos en Estados Unidos estaría a la altura de Barbra Streisend o Liza Minelli, “era una todoterreno que todo lo hacía bien”, añadiendo que cuando recibió el segundo Goya, su madre quería conocer a Concha Velasco. “Se hizo una foto con mi madre y tuvo un detalle maravilloso con ella. Ese momento lo guardamos con mucho cariño”, expresa quien confiesa que bebe mucho de actores de esa generación, como López Vázquez o Alfredo Landa.

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